Permite que las mujeres que se someten a esta intervención de reducción, obtengan mejoras en cuanto al peso y el tamaño del pecho. Muchas de ellas se someten a esta intervención por los problemas que sufren de dolores de espalda, cuello y hombros, además de los complejos psicológicos que pueden sufrir y la imposibilidad de realizar ciertas actividades de la vida diaria y/o deportes. A veces incluso tienen molestias físicas, tales como dificultades respiratorias, irritaciones en la piel o problemas al dormir.